Los detalles de "Estado eléctrico", la película de Netflix más cara

Acá se debe haber ido parte del presupuesto, en los salarios de Millie, de Chris Pratt y de Ke Huy Quan.

Chris Pratt, coequiper de Millie Bobby Brown en Netflix

Y, sinceramente, no es así. Seguramente Millie, Chris Pratt (su compañero tipo Han Solo en esta trama), Stanley Tucci, Holly Hunter, Ke Huy Quan, Giancarlo Esposito, los actores que dieron voz a los robots (desde Woody Harrelson hasta Alan Tudyk, quien previamente interpretó a un robot en Yo, Robot y ahora lo hace en el personaje de Cosmo), y, por supuesto, los hermanos Russo recibieron grandes sumas. Pero esto se refiere a lo que se pagó en sueldos, no al presupuesto total de la película.

Simon Stålenhag lanzó The Electric State en 2018, una obra de ciencia ficción que combinaba "arte narrativo" con una perspectiva retrofuturista de los Estados Unidos, en un mundo donde una joven y un robot de cabello amarillo vagaban. En la versión cinematográfica, la sombría distopía casi desapareció, transformándose en una aventura de acción que, aunque algo creativa, resultó bastante diferente.

Hay mucho despliegue y muchos efectos en la película retrofuturista.

Robots con conciencia, y derechos sociales

El libreto, escrito por los recurrentes colaboradores de los Russo, Christopher Markus y Stephen McFeely, nos introduce en los años 90, revelando que los robots fueron inicialmente creados para los parques de Disney, pero pronto se integraron al mundo laboral global. Sin embargo, cuando comenzaron a adquirir conciencia (¿cuándo ocurrió eso exactamente?), lucharon por sus derechos como máquinas, lo que desató una guerra de dos años, dejando numerosas víctimas.

Sufrieron una derrota, y ahora viven relegados en una zona de marginación social, perdida en medio del desierto. En ese lugar, se prohíbe que cualquier ser humano posea un robot, ni siquiera aquellos destinados a tareas domésticas como limpiar el suelo.

Nos encontramos en una versión alternativa de los años 90, y Michelle, la joven protagonista interpretada por Millie Bobby Brown, se topa con un robot que aparece de manera inesperada en la casa de su padre adoptivo. Michelle, quien perdió a sus padres y a su hermano menor (un prodigio con una mente superior a la de Einstein) en un trágico accidente vehicular, descubre que este robot parece saber más sobre su hermano, de quien se creía muerto.

Costó 300 millones de dólares, y este viernes estrena en la plataforma.

Poco después, Michelle se une a Keats, un excombatiente que ahora se dedica al contrabando (interpretado por Chris Pratt), y juntos deben enfrentarse al millonario que derrotó a los robots, Ethan Skate (Stanley Tucci), y a Marshall Bradbury (Giancarlo Esposito), un cazador de recompensas especializado en robots.

Existen dispositivos como los neuroenlaces, que permiten vivir una experiencia robótica a distancia, desde la comodidad de tu hogar. La historia no es tan compleja como las de los Avengers, con sus universos alternativos y demás, pero es recomendable prepararse antes de que comience, ya sea yendo por algo de beber o al baño.

Con música de Oasis y de "Apocalypse Now"

La película está llena de referencias, algunas de ellas en la música (como una canción de Oasis y "La cabalgata de las Valkirias" de Apocalypse Now). En una escena, se observa a Mr. Peanuts rendirse ante el presidente Bill Clinton, y hasta un guardia hojea un cómic de los Avengers, aunque esta última es una pequeña aparición al fondo.

Millie Bobby Brown y Chris Pratt tienen más conexión con los robots que entre ellos, ya que no parece haber una química notable entre sus personajes.

Si Philip K. Dick se cuestionaba en ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (una obra llevada al cine por Ridley Scott en Blade Runner), es válido preguntarse si Estado eléctrico es una película destacada o fallida. Optamos por la primera opción: dejamos que el espectador decida si se refiere al clásico de Harrison Ford o si la propuesta de los hermanos Russo es realmente buena.