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SUSCRIBITEAnálisis político y social del país por Alberto Siufi.
Inmerso en un mar de dudas, el Justicialismo se embarca en una histórica elección interna que marcará no sólo el destino de la fuerza política para los próximos años, sino también gran parte del manejo de la lapicera de cara a las elecciones legislativas del año que viene.
Con una Cristina Fernández de Kirchner visiblemente molesta por la actitud de algunos dirigentes, como la del gobernador Axel Kicillof, por un lado; y la actitud desafiante del gobernador riojano Ricardo Quintela, por el otro; el partido Justicialista vivirá, después de 35 años, una intensa lucha por el poder.
De antemano, si bien, muchos creen que la ex Presidenta se impondrá finalmente en los comicios justicialistas, queda claro que la situación no es del agrado de CFK.
La también ex senadora de la Nación tendrá salir a hacer campaña y “seducir” a militantes, intendentes, legisladores y gobernadores, para que se encolumnen detrás de su conducción a partir del próximo 17 noviembre.
A nivel provincial, el justicialismo no deparó mucho sorpresas a lo que viene mostrando en los últimos tiempos.
Como era de esperar, la división y la puja por lugares volvió a generar fracturas que ahora se tendrán que resolver - o no - en una incierta elección interna que también oficiará como punto final a la intervención partidaria.
La “unidad” que se venía construyendo entre distintos sectores locales a partir de designios nacionales no se pudo concretar y la definición del conductor del PJ en Jujuy se dirimirá en el mes de noviembre.
Finalmente, son 3 las listas que competirán en la interna justicialista: Leila Chaher, actual diputada nacional y referente de “La Campora”, encabezará una de las listas con el apoyo de Rubén Rivarola y Guillermo Snopek ; Carolina Moisés, senadora por Jujuy, será la otra aspirante mujer a conducir el PJ jujeño; y , por último, Diego Martín Palmieri, referente de Bases Nacionales, encabezará la única nomina que representará al gobernador Ricardo Quintela en la provincia.
Ante tal escenario, ahora sólo resta esperar quienes se animarán a inclinar para un lado o para el otro y si los intentos de “unidad” - planteados en los últimos tiempos- le dan paso al viejo axioma peronista “el que gana conduce y el que pierde acompaña”.
La actividad empresaria tuvo su impronta especial en la semana que pasó. La edición N° 60 del coloquio de Ideas, que impulso Gabriela Renaudo, su presidenta, marcó un momento clave en la relación de los empresarios con el gobierno de Javier Milei.
Con Mar del plata como escenario, los empresarios más importantes del país aprovecharon la ocasión para dejar entrever sus opiniones respecto del rumbo de la gestión del Gobierno nacional.
Mayormente, los ejecutivos presentes en el coloquio mostraron aceptación de la administración libertaria; aún así, pidieron profundizar la reforma laboral -y que la misma se sustente el tiempo-, marcaron su gran preocupación por las actualizaciones de los juicios laborales, donde la Corte Suprema en los últimos tiempos se expresó dos veces poniéndole límite; solicitaron homogeneizar normas impositivas y bajar los impuestos; requirieron sanciones para los sindicatos que produzcan cortes; y , por sobre todas las cosas, abogaron para que se de le sustentabilidad en el tiempo a todos los cambios realizados, a tal punto de que se conviertan en una verdadera política de Estado.
Además de especialistas de destinas áreas, también expusieron en el marco del encuentro el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo; el ministro de Desregulación del Estado, Federico Sturzenegger; y el presidente Javier Milei, quien fue el encargado de protagonizar el cierre del evento.
Milei, que en esta oportunidad si decidió participar del encuentro (el año pasado impulso una cumbre paralela y llamó casta a los empresarios), se mostró moderado ante los empresario y durante un poco más de una hora apelo a algunos puntos clásicos de lo que viene siendo sus últimos discursos.
Además de lanzar criticas sobre el accionar de Gobiernos anteriores y fustigar a ciertos dirigentes con indirectas, el Presidente aprovechó el coloquio para decirle a los empresarios que era el momento para que inviertan en el país y contribuyan a la generación de riquezas.
Asimismo, les recordó que el Estado viene trabajando para generarles el escenario específico para que puedan desarrollarse y así contribuir al crecimiento del país.
Si bien, los integrantes del llamado “circulo rojo” escucharon y aprobaron mayormente las palabras del Presidente, no es menos cierto que durante el encuentro sobrevoló la preocupación por la beligerancia y la falta de diálogo que muestra el Gobierno nacional, donde la confrontación permanente está a la orden del día y genera muchas dudas tanto a empresarios como a inversores.
Por último, quiero destacar el toque político que le dieron al encuentro la presencia de distintos Gobernadores provinciales, entre los cuales, se destacó Ignacio Torres, mandatario de Chubut, quien expresó con fuerza que lo peor que le puede pasar a un dirigente es rodearse de alcahuetes, que te dicen permanentemente que sos Gardel y que te hacen perder contacto con la realidad.
En pos de propiciar el arribo de inversiones, el Gobierno nacional trabaja en la organización de un “Mini Davos”, donde empresarios encumbrados del mundo arribarán al país para escuchar que tiene la Argentina para ofrecerles.
El evento, que desarrollará durante la presente semana en el Palacio Libertad, contará con un gran operativo de seguridad -que será comandado por la ministra Patricia Bullrich- para brindar la mayor de los garantías a los más de 100 miembros de la elite empresarial que arribarán a la capital de nuestro país.
La reunión, que también será una prueba de fuego para la capacidad de seducción del gobierno de Javier Milei a los inversores extranjeros, contará - o por lo menos eso esperan - con la presencia del multimillonario Elon Musk y representantes de las firmas internacionales Chevron, Citi, Phoenix Global Resources, Uber, Dreyfus, Pepsi y PanAmerican Energy, entre otros.
Veremos, al final de la semana, si el sueño del arribo de inversiones extranjeras al país se comienza a convertir en una realidad o sigue uno de los pendientes más incomodos para la administración libertaria.
En la semana que pasó el tema universitario siguió dando que hablar. Hubo marchas, paros, reunión de sindicatos con el CIN y propuestas para seguir profundizando la protesta. Sin lugar a dudas, el conflicto sigue creciendo y tornándose cada vez más complicado de resolver.
No obstante de esto, lamentablemente se ve que hay sectores muy radicalizados que tienen que ver principalmente con la izquierda y el kirchnerismo duro, los cuales aprovechan este tipo de conflicto para generar disturbios muy fuertes en distintos centros de estudio. Inclusive se lo pudo ver hasta a el ex secretario de comercio de la Nación, el impresentable Guillermo Moreno, agitando la violencia y hasta llamando a la realización de un golpe de estado, algo que totalmente repudiable por parte de la sociedad.
Del lado del Gobierno nacional, la novedad referida al conflicto pasa por la rehabilitación para la realización de auditorías a las Universidad estatales a través de la SIGEN.
Vale recordar que en el año 2022 el ex Procurador de la Nación, Carlos Zannini, limitó la atribución de control a la Sindicatura General de la Nación y se la transfirió a la Auditoría General de la Nación (AGN), órgano que no depende del Poder Ejecutivo nacional.
De cara a los próximos meses, vemos que el conflicto tiene todos los aditamentos para no aflojar. Esperemos que el Gobierno nacional pueda comenzar a encauzar algo de los reclamos y no llevar a que la cuerda se tense más.
Los conflictos universitarios uno puede saber cómo empiezan, pero nunca cómo terminan.
La elección de autoridades en la Asociación del Fútbol Argentino también fue noticia durante la semana que pasó.
“Chiqui” Tapia se hizo fuerte, llevó adelante la asamblea que estaba cuestionada por la IGJ y fue ratificado - por amplia mayoría - como conductor de la AFA por cuatro años más.
El gobierno de Javier Milei, que claramente tienen una guerra con Tapia, deslegitimó todo lo sucedido en el órgano más importante del fútbol argentino, pero, aún así, optó por no intervenir la AFA y llevar la resolución del tema al ámbito de la Justicia.
De haberse concretado la “intervención”, los resultados habrían sido devastadores, ya que podría haber significado que la Selección Argentina de fútbol y los equipos del país sean expulsados de las competiciones internacionales que actualmente disputan.
Ante este panorama, si bien, Tapia logró ganarle una pulseada importante al Gobierno nacional, eso no implica que la situación del fútbol argentino sea fantástica.
Salvó la Selección Argentina, el resto del fútbol en nuestro país es un caos y deja mucho que desear. Campeonatos que se modifican a medio camino, eliminación de descensos sin fundamentos sólidos, partidos sin hinchadas visitantes y árbitros fuertemente cuestionados son algunos de los puntos que ponen en evidencia el pésimo manejo que hoy se tiene desde la AFA.
Hasta aquí llegamos con lo más destacado de la última semana.
¡Buen inicio de semana para todos!
Alberto Siufi.
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